En el mundo de los negocios y la sostenibilidad, un concepto clave que ha ganado protagonismo es el de doble materialidad.
Este concepto va más allá de considerar simplemente los aspectos financieros de una empresa, extendiéndose también a su impacto social y ambiental.
La clave para el éxito de las empresas se encuentra en comprender y satisfacer las expectativas de la sociedad y los grupos de interés. Deben ir más allá de la rentabilidad para participar activamente en la comunidad y generar un impacto positivo.
La materialidad financiera
Este concepto tiene su origen en la contabilidad. La materialidad aborda la importancia de ciertos eventos en la información financiera.
En el ámbito de la sostenibilidad, se refiere a los temas ambientales, sociales y de gobierno que tienen un impacto significativo tanto en la empresa como en sus grupos de interés.
En los últimos años, la gestión de estos aspectos ha dejado de ser una opción voluntaria para las empresas, convirtiéndose en un requisito vital y una prioridad en la agenda pública. Este cambio ha llevado al surgimiento de la doble materialidad.
¿Qué es la doble materialidad?
La Comisión Europea introdujo por primera vez el término «doble materialidad» en 2019, añadiendo una perspectiva interna-externa en la evaluación de la sostenibilidad empresarial.
La doble materialidad se refiere a la consideración simultánea de dos tipos de impactos en la toma de decisiones empresariales y en la presentación de informes.
Estos impactos se desglosan en:
Materialidad financiera
Este tipo se refiere a los impactos financieros directos a los que se enfrenta o genera una empresa a través de sus operaciones comerciales. Incluye aspectos como ingresos, costos, ganancias y pérdidas. Se enfoca en los temas que podrían afectar el valor financiero de la empresa, desencadenando riesgos u oportunidades que impactan el flujo de efectivo a corto, mediano o largo plazo.
Materialidad de impactos sociales y ambientales
Este aspecto abarca los efectos de la empresa en su entorno, especialmente en el medio ambiente y las comunidades. Incluye consideraciones sobre derechos humanos, impacto ambiental, relaciones con la comunidad como los consumidores, empleados, organizaciones que son sensibles a las implicaciones directas o indirectas de la actividad empresarial, diversidad e inclusión, entre otros.
Analisis de doble materialidad: características
- Enfoque Holístico: La doble materialidad busca evaluar el desempeño de una empresa desde una perspectiva holística, considerando tanto sus resultados financieros como sus impactos sociales y ambientales.
- Transparencia y Responsabilidad: Promueve una mayor transparencia en los informes empresariales, alentando a las organizaciones a divulgar no solo sus métricas financieras, sino también sus impactos no financieros.
- Gestión Integral de Riesgos: Permite a las empresas identificar, gestionar y mitigar riesgos no sólo financieros, sino también en aspectos sociales y ambientales, lo que fortalece su resiliencia y sostenibilidad a largo plazo.
- Alineación con Objetivos de Desarrollo Sostenible: está estrechamente relacionada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, ya que fomenta que las empresas aportan de manera positiva a estos objetivos, tanto en términos financieros como no financieros.
Pasos clave para la implementación de la doble materialidad
Para un análisis efectivo de la doble materialidad, las empresas deben seguir una serie de pasos:
- Identificación y actualización de temas materiales desde una perspectiva dual.
- Evaluación y priorización de temas basada en evidencia de impacto social, ambiental y financiero.
- Supervisión y validación interna y externa de los temas identificados.
- Compromiso con los grupos de interés, integrando sus percepciones en el proceso.
- Comunicación transparente de los temas materiales identificados y priorizados.
- Contar con el apoyo y asesoramiento de una consultoría ESG especializada.
Importancia de la doble materialidad
La creciente conciencia sobre sostenibilidad y el impacto social y ambiental ha resaltado la importancia de la doble materialidad en las organizaciones.
Esta aproximación proporciona una visión más completa de la salud y la responsabilidad de una empresa en su contexto más amplio, lo que resulta beneficioso para los inversionistas, los consumidores y la sociedad en general.
Al considerar la doble materialidad, las empresas pueden tomar decisiones más informadas y éticas, al mismo tiempo que generan confianza y credibilidad entre sus stakeholders al ser transparentes en cuanto a su desempeño no solo financiero, sino también en aspectos sociales y ambientales.
La doble materialidad no es una tendencia pasajera, sino una herramienta clave para analizar y responder a las expectativas de la sociedad. Ayuda a las empresas a gestionar riesgos, crear valor económico, ambiental y social, y establecer una base sólida para el crecimiento sostenible.
En conclusión, abordar los desafíos de la doble materialidad no sólo es esencial para el éxito empresarial, sino también para mantener la confianza de los grupos de interés y contribuir positivamente al entorno en el que operan las empresas.